Drusas de Amatista

Desde tiempos antiguos, esta piedra púrpura ha sido considerada un símbolo de paz, equilibrio y protección.

Una de las propiedades más destacadas de la amatista es su capacidad para promover la calma y la paz interior. Se cree que su energía suave ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la confusión mental. Al sostener una amatista o meditar con ella, las personas suelen experimentar una sensación de serenidad que les permite clarificar sus pensamientos y emociones.

Es altamente valorada por aquellos que buscan crecimiento espiritual y ascenso en su camino personal. Se dice que favorece la conexión con el alma y ayuda a abrir el tercer ojo, facilitando la percepción intuitiva y la comprensión profunda de uno mismo y del universo. Por esta razón, es comúnmente utilizada en prácticas de meditación y en rituales espirituales.

También actúa como un escudo contra energías negativas y ataques psíquicos. Al llevar esta piedra, se dice que uno puede estar protegido de vibraciones tóxicas y pensamientos perjudiciales de otras personas. Además, se utiliza a menudo en la limpieza de espacios para transmutar la energía negativa en positiva. Al mismo tiempo, la amatista, se asocia con la armonización de las emociones. Al equilibrar los chakras, especialmente el chakra coronario y el chakra del tercer ojo, contribuye a promover la estabilidad emocional. Esta piedra puede ayudar a las personas a enfrentar situaciones difíciles y a tomar decisiones más acertadas desde una perspectiva clara y objetiva.