Amatista

Desde la antigüedad, la amatista ha sido considerada una piedra de protección y poder espiritual. En la antigua Grecia, se creía que el uso de esta piedra podía prevenir la embriaguez y fomentar la claridad mental.

En el ámbito esotérico, se dice que la amatista ayuda a equilibrar las energías del cuerpo y actúa como un puente entre el plano físico y espiritual. Se le asocia frecuentemente con la apertura del tercer ojo y el chakra de la coronilla, lo que facilita la meditación y el acceso a niveles elevados de conciencia. Además, la amatista es conocida por su capacidad para transmutar las energías negativas en positivas, creando un ambiente de amor y compasión. Se dice que es especialmente útil para proteger a quienes están emocionalmente vulnerables, proporcionando un escudo que contrarresta las malas vibraciones. Algunas personas también la utilizan para aliviar el estrés y la ansiedad, creyendo que su energía calmante puede ayudar a mantener la mente tranquila y enfocada.